Pericones San Antón, mermenata
de Pulpillo, tortas de chocolate,
por pocas no me mancho la corbata
que solo sabe a dulce y disparate.
Purito americano y cabalgata
de ochíos con morcilla, no hay debate,
hornazos con torrijas, caminata
rezando al Cristo del escaparate.
La carne con tomate me amenaza
con vino “de la Torre” y el puchero
se sirve bien caliente en un tazón.
El dulce de membrillo y calabaza
me sabe a cielo eterno y, al cordero
le canto las cuarenta con razón.©
Hombre comiendo judías, Annibale Carracci.