viernes, 6 de diciembre de 2024

EL VECINDARIO

 

Anselmo es mi vecino, un gilipollas,

un bestia de los de antes, un mezquino,

un sorbo de agua sucia repentino

y amarga más que un kilo de cebollas.

 

Te canta las cuarenta mientras folla

gritando a todo trapo con Rufino,

un chino que no pasa de inquilino

y paga sus recibos con ampollas.

 

Se cruza por las calles de mi barrio

y a veces me saluda con retranca

fingiendo ser cumplido y refinado.

 

Con tal calamidad de vecindario

dan ganas de mudarse a Salamanca

mandando a hacer puñetas el pasado.

 

Estrambote:

También está la vieja del visillo

que paga sus pecados solo a plazos,

experta en cotilleos y embarazos

rezándote el rosario en los pasillos.©

Trece Rue del Percebe, Francisco Ibáñez.

 

 

 

 

 

 

 

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