Sus páginas son más de setecientas,
su historia es una guerra interminable,
su prosa, una belleza inexplicable
que dice mucho más de lo que cuenta.
Odisto, un personaje inagotable,
un padre de familia entre el terror
que mata y nos divide alrededor
de un campo de batalla insoportable.
Aun crecen las acelgas entre el odio
relata con firmeza el narrador…
dos bandos que entremezclan al lector
sintiéndose uno más del episodio.
Iberia es un lugar, un escenario,
y Jándula un volcán sin estallar,
un cuento más allá del olivar
en versos de un poeta mercenario.
La casa está vacía, y al revés,
recorro la península en mis manos
que ha escrito con decoro mi paisano,
un genio peculiar, David Uclés.©
La península de las casas vacías, de David Uclés .
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