Hay veces que me abraza sin permiso,
su fuerza y arrogancia es su coraza,
su piel es el destino que amenaza
con fuegos de artificio si es preciso.
Su sombra despedaza el compromiso
jugando a ser la infiel que se disfraza
de amante, de mujer que te reemplaza
por otros a los que hace caso omiso.
Señora o señorita, mademoiselle
de tristes aventuras lujuriosas…
no vengas a robarme lo olvidado.
No quiero ser soldado en tu cuartel
ni ser tu marioneta silenciosa
que pierde el antifaz de enamorado.©
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