Liturgias malheridas de antemano
y ocasos que derrumban mis principios…
Tal vez pueda escapar del municipio
fingiendo incluso ser un buen cristiano.
No quiero que estos versos sean en vano
y mueran en la orilla como ripios,
o hacer de fácil rima el participio
con temas que son más de un “Gran Hermano”.
La sombra de un soneto es alargada
y siembra de fracaso al que lo intenta
quemando aquel cuarteto en San Antón.
Mis notas son, tal vez, desafinadas
y el diablo, por doquier, las alimenta
con sangre de un terceto facilón.©
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