El circo de títeres sin cabeza,
creyentes putisantos del pecado
santiguan con cerveza lo sagrado
e ignoran sus desaires de grandeza.
El cristo de madera y su tristeza
desciende de su cruz con desagrado.
Se siente como un pez abandonado
por falsos comediantes sin pureza
Hay “Judas” que traicionan, mientras pienso
que nada se maquilla con incienso
y cuentos que te engañan con la fiesta.
Celebran que matamos cada año
al Dios que luego olvidan con amaño,
perdiendo las razones manifiestas.©
Me llamas y me dices que me engañas
con besos que perfuman lo vivido.
Mis manos acarician nuestro olvido
y mienten con dolor en las entrañas.
Y sueño escalando tu montaña,
con verte tan desnuda y sometido,
al tiempo que me robas, sin sentido,
pensando que lo nuestro es patraña.
No quiero que me sigas si no quieres
buscando mis lamentos de tristeza.
No trato de entender a las mujeres
que fingen compasión con la certeza,
que velan la pasión de los placeres
y esconden la razón en su belleza.©
Te envío un “te quiero”
sin acuse de recibo y sin remite,
unos versos de aprendiz de cartero,
unas cartas que niegan el envite,
una flor dibujada en febrero,
el abrazo que quizás no necesites.
Sólo soy un triste mensajero,
sin peón ni alfil en el tablero,
que le gusta jugar al escondite
sin saber que sólo es tu prisionero.©
