El frío traiciona a la primavera
Y el sol es un fantasma del ayer.
Las manos que sujetan mi bandera
Deslizan tus recuerdos por doquier.
Los besos van cruzando la frontera
Que marca nuestra forma de querer.
Ya sabes, siempre fuiste la primera;
Y en cambio, nunca vi tu amanecer.
Las sábanas nos atan sin cadenas;
Tu cuerpo es un templo sin salida,
El sitio donde cumplo mis condenas,
El juego donde empato las partidas,
La llave de las dudas más obscenas
Y el fin donde perdemos nuestras vidas.©