Te quiero como el mar besa la arena,
como una voz perdida con el ruido,
como un espantapájaros vencido
al lánguido relato de sus penas.
Te quiero como el cielo en luna llena,
como un papel quemado en el olvido,
como un pincel mojado y escondido
muriéndose entre lirios y azucenas.
Te quiero como quiero no quererte,
con besos que recuerdan un pasado
que ya no se repite en un adiós.
No quiero que te enfrentes a la suerte
de todas esas veces que has llorado
vendiendo nuestra historia a un falso Dios.©