El cantautor de mil palabras
con dos guitarras y un pincel,
con cierto aspecto de macarra
y melodía a flor de piel.
Amigo fiel y clandestino,
jugando al terco porvenir,
es un artista tan genuino
que obsequia un sueño al escribir.
Cantar de Luis Eduardo Aute
con voz quebrante en una vez,
mi amigo Juanfra es un diamante
que sueña con las cuatro y diez.
Es arquitecto de emociones
el trovador de un musical,
va componiendo sus canciones
con melodía de animal.
El “ubedí” Juanfra Cordero
es un flautista de Hamelin,
surge la magia en su sombrero
Cuando se pasa por aquí.
Lo quiero con alevosía,
con sus defectos, mire usted…
con su cerveza al mediodía
con su latido, esté o no esté.
El escenario es más que un sueño
de rosas negras en el mar,
por mucho que se ponga empeño
el corazón se va a quemar.
La bella luna en San Lorenzo,
un mirador al más allá,
es acuarela sobre lienzo,
un “volveremos”, ojalá…
No se me olvida este momento
y aunque las musas no me ven
lo escribo con el sentimiento
de un mal poeta en un vaivén.
Benditos sean los cantautores,
embajadores de amistad,
benditos sean los trovadores,
los que pregonan libertad.©
Foto: Juanfra Cordero .