El sexo es un conflicto de intereses,
un campo de batalla donde gana
la piel cuando se mezcla en entremeses
y pierde el corazón de porcelana.
La excusa ya no tiene feligreses
y abusa del perdón entre semana.
La cama es tu mansión desde hace meses
y el cáliz de una flor es tu ventana.
Los párpados se cierran y el jadeo
se vuelve mas latente y mas constante,
el ritmo se acelera sin piedad.
Conviertes en cristiano al más ateo,
al desenamorado en fiel amante
y al necio en sabedor de tu verdad.©