La lluvia golpea viejos cristales
de una casa abandonada en ruinas.
Los árboles dan sombras desiguales
y el sol se pierde siempre en la colina.
Los pájaros anuncian los rituales
que siembran la inocencia campesina
y un rayo de luz vaticina cuales
son las nubes de algodón que ilumina.
Y en cambio y sin embargo yo camino
confuso y asombrado por la vida
sorteando este ciclón artificial,
tormentas que acompañan mi destino
con vientos y huracanes a medida
que rompe un verso cálido y glacial.©