Al hijo de puta que manipula
tus sueños sin pedir ningún permiso,
al bruto gilipuertas indeciso
que miente en su miseria y se postula,
al tonto de los huevos que calcula
el peso de la cruz que Dios no quiso,
al bobo que te niega de improviso,
al necio que su engaño disimula.
A todos les dedico un mal soneto,
no siempre se merecen el respeto
del tiempo que dedica mi atención.
Los bulos retransmiten falsedades,
disfrutan de las tristes vanidades
y compran con sus farsas tu opinión.©
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