Mano a mano, contigo
se van pasando los días,
con la mejor compañía
y el tiempo como testigo.
Eres mi mejor amigo,
el que siempre me perdona
y nunca me abandona.
A ladridos y a mordiscos
yo soy mucho más arisco
y áspero como persona.
Tienes un nombre de dioses
y en las patas, calcetines.
Cuando robas los cojines
me vacilas con tus poses
y me inquietas cuando toses;
tienes miedo de los niños
y no quieres sus cariños.
Te adoptamos un martes
con caricias para darte
y sonrisas con un guiño.©