Tus manos son la esencia de lo puro,
tus ojos son la luz serena y clara,
tu voz es mi silencio y, en tu cara
las lágrimas lloviendo en estos muros.
La Madre, del presente y del futuro:
si en sueños mi saeta te cantara,
si al sol la penitencia nos llevara
la fe que tú me has dado, te lo juro.
La Madre, nuestra madre, fiel consuelo
que cuidas de nosotros desde el cielo
Y siembras paz, amor y libertad…
No dejes que me pierda en mis pecados,
los versos son mis gritos desbocados
¡VIVA LA VIRGEN DE LA SOLEDAD!©
Soneto recitado en la XVII Exaltación Versos y Saetas a la Virgen de la Soledad.
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