El otoño es el fin de los ocasos,
la flor que se marchita con mi espera,
el llanto de un conejo en la chistera,
cantar que el pensamiento está de paso.
El invierno nos viste de payasos
que lloran con las hojas, en la acera
de enfrente y de la mano se sincera
un pobre pretendiente con fracaso.
Te quiero con la lluvia, con el viento
que a veces me acompaña solitario,
un poco, un poquitito, un poquitín.
“Me cuesta enamorarme, aunque lo intento
con versos de un poeta estrafalario”
mintió con viva voz San Valentín.©
Avenida Cristobal Cantero, Úbeda (Jaén)

