(Homenaje al 20º aniversario de "19 dias y 500 noches)
Buscando
el mes de abril, aquí me encuentro,
citándole
por fin, en cada verso,
brindando
por usted, gentil maestro;
dispongo
de mi tiempo, y universo.
Ahora
que también lo niegas todo,
ahora
que no vives tan deprisa,
ahora
que recuerdas viejos lodos,
ahora
que leemos tu sonrisa.
Torero
de sonetos en las ventas,
templando
esta canción; tus diecinueve,
mis
días, corazón, y tus quinientas,
mis
noches; viva rumba que conmueve.
A
Barbi dedicaste una canción
bajando
al triste infierno por atajos.
Buscaste
en Magdalena una pasión
brindando
por la vida y su trabajo.
Dieguitos
y Mafaldas, tu Argentina
de
amores bien queridos, Bombonera
de
vientos mal curados, que adivinan
pasados
de un futuro en tu chistera.
Cumplir
cada momento más sin prisas,
restando
y no sumando a cada año,
bailándole
a la muerte sin camisa,
cantando
al escenario, como antaño.
Celebro
tus setenta primaveras
bebiendo
tus sonetos “Quevedianos”,
tu
rima y las verdades por bandera,
los
versos más punzantes en mis manos.
Al bar
de mis pecados he querido
tomar
mis tristes penas por vencidas,
dejándolas
donde habita el olvido,
perdiendo
como siempre la partida.
Audaz
escultor de la madrugada,
cerrando
por derribo mi soledad;
¡desnudas
corazones, camarada,
que
a veces se amedrantan con la edad!.
Y
mientras Manolete cuadra al toro,
dibujas
“Garcilasos” con templanza.
En
estos simples ripios yo te imploro,
pues
eres importante en mis andanzas.
Joaquín Palomar Parra
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