Augurios y presagios infundados
Que fingen la cautela repentina.
El día viene y va con disciplina,
Y asusta al más pintado y delicado.
El tiempo pasa y vuela sin pasado,
Las calles son el ruido sin sordina;
La vida ya ni es vida, sin rutina,
Y el viento nos aleja demasiado.
Los lunes son un miércoles ficticio,
Los martes son un jueves impaciente;
Los viernes, el deseo de un iluso.
Los sábados soñamos con el vicio,
con tardes de domingo diferentes,
Que son la libertad para un recluso.©