A veces resucito y me hago el muerto,
a veces tu farándula me engaña
usando viejos trucos y artimañas
que siembran mi dolor y el desconcierto.
A veces fallo mucho cuando acierto,
y el pobre corazón se desengaña
volviendo de un desierto a la montaña,
dejando mi pasión al descubierto.
No quiero que equilibres mi balanza,
tus besos ya no siembran desconfianza,
si acaso, un simple verso de emoción.
Tu cuerpo ya no danza en bulerías,
tus manos sobre mí son utopías
que rompen el final de esta canción.©
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