Otra vez me convierto en mercenario,
jugando a ser poeta sin decoro,
a ser un trovador en deterioro,
queriendo ser un verso imaginario.
Otra vez la traición del calendario,
riéndome y cantando mientras lloro,
saltándome a las bravas lo que adoro,
a modo de un exceso de inventario.
Anoche me perdí con las miradas,
no pude conseguir ninguna entrada,
no supe convertirme en Aladino.
Recuerdo los momentos que viví,
los sueños me los guardo para mi…
el resto no me importa ni un comino.©
Fotografía : Jesús Delgado Martínez
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