Perverso es el sol que olvida tu aliento,
que sueña elucubrando ciertas cosas,
que vive en una muerte misteriosa
y abarca lo mejor de un pensamiento.
Bendita es la luna cuando presiento
tus manos señalando aquellas rosas,
tus ojos y tu boca revoltosa
jugando a ser mi reina por momentos.
Maldita sea mi estampa, te lo juro…
si falto a mi venganza de quererte
lo mucho que te debo, corazón.
Benditos sean tus besos de cianuro,
las ganas de abrazarte y merecerte
sin pizca de vergüenza y de razón.©
No es cierto que de noche te despiertas
creyendo ser quien eres sin quererlo,
buscando nuestro amor sin comprenderlo
y huyendo con la puerta siempre abierta.
No es cierto que es muy fácil que convierta
el tedio en entusiasmo sin saberlo…
me tienes sin comerlo ni beberlo
vendiendo mi pasión a contraoferta.
No es cierto que en mi sueño nos besamos,
que siento tus caricias cada día,
que muero por tus ojos sin dolor.
No es cierto que a la vez nos olvidamos
de hacernos el amor en rebeldía,
tu frío se transforma en mi calor.©
Conviertes tu sueño en melodrama,
un círculo fugaz y pasajero…
el frío de un verano de aguaceros
que quema la pasión de un pentagrama.
Me rompes en pedazos y derramas
las ganas de tenerme prisionero…
las sombras de un amor de mal agüero
que bailan esposadas en tu cama.
Lo nuestro no es un baile de disfraces…
no es más que una novela nunca escrita,
un cuento sin principio y sin final.
Hacemos el amor y no las paces,
burlando aquella flor que no marchita,
amándote en versión original.©
¿Por qué no compartimos el pasado?
¿Por qué no celebramos nuestras vidas?
¿Por qué tenemos prisa indefinida?
¿Por qué tantos lamentos del frustrado?
¿Por qué nos preguntamos si ha acabado?
¿Por qué tus manos son tan atrevidas?
¿Por qué tus labios son tan a medida?
¿Por qué he vivido un sueño equivocado?
Las dudas son preguntas sin respuesta,
son versos en el fondo de mi vaso
que mueren con el tiempo y la razón.
No hay nada cuando acaba nuestra fiesta,
las musas abandonan el parnaso
… y el pobre trovador, tu corazón.©
