Perverso es el sol que olvida tu aliento,
que sueña elucubrando ciertas cosas,
que vive en una muerte misteriosa
y abarca lo mejor de un pensamiento.
Bendita es la luna cuando presiento
tus manos señalando aquellas rosas,
tus ojos y tu boca revoltosa
jugando a ser mi reina por momentos.
Maldita sea mi estampa, te lo juro…
si falto a mi venganza de quererte
lo mucho que te debo, corazón.
Benditos sean tus besos de cianuro,
las ganas de abrazarte y merecerte
sin pizca de vergüenza y de razón.©
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