viernes, 5 de junio de 2020

A FEDERICO

En el camino de Víznar y Alfacar

amanece un nuevo llanto y canción,

los poemas se entristecen al pasar

y una bala atraviesa el corazón.

 

Silencio a las cinco de la tarde

que emana de este triste romancero;

preludio de un mal crimen y cobarde

del niño que nace en Fuente Vaqueros.

 

Molestan cuando riman las verdades

del puño y de la mano de un poeta,

la guerra que siempre pierde el obrero

 

en busca de luchar las libertades,

un verso que no cabe en la maleta

de un incierto soneto y verdadero.

©


 

 

 

 

 

 

 

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