amanece un nuevo llanto y canción,
los poemas se entristecen al pasar
y una bala atraviesa el corazón.
Silencio a las cinco de la tarde
que emana de este triste romancero;
preludio de un mal crimen y cobarde
del niño que nace en Fuente Vaqueros.
Molestan cuando riman las verdades
del puño y de la mano de un poeta,
la guerra que siempre pierde el obrero
en busca de luchar las libertades,
un verso que no cabe en la maleta
de un incierto soneto y verdadero.
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