dejándome la marca de un recuerdo.
Y escribo por debajo de tu falda
los versos, y en tus piernas yo me pierdo.
Tus labios amenazan con matarme
de ganas de quererte sin quererlo.
No cumples con los plazos del desarme
y sabes que lo nuestro es hacerlo.
Me tienes atrapado y bien lo sabes,
muy dentro de tu cuerpo y por decreto.
Perdimos para siempre esas llaves
que cierran los misterios del secreto.
Tus ojos me revelan ciertas claves
que incitan que me pierdas el respeto.
©
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