martes, 28 de julio de 2020

FIESTA DE DESPEDIDA

El día que me visite la muerte,

las sombras dejarán de perseguirme.

El baile se abandona a su suerte,

y el sueño me secuestra sin dormirme.

 

Mis ojos seguirán queriendo verte,

por mucho que me cueste despedirme.

En polvo nuestro cuerpo se convierte;

¡No trates de engañarme y confundirme!

 

El día que me vaya sin enmienda,

no quiero que me llores la tristeza.

La música suaviza la contienda

 

y limpia nuestros aires de grandeza.

Lo sabes, no hay Cristo que me entienda,

ni fiestas en mi entierro, sin cerveza.

©


 

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