La luz agonizaba lentamente,
el cielo presagiaba emocionado
las gotas de un futuro y un pasado
que siembran la discordia del presente.
Los besos se deslizan, frente a frente…
el cierzo nos abraza en el pecado;
tu boca y tu mirada es un tratado
de falta de respeto intermitente.
La lluvia nos obliga, sin embargo,
tu cuerpo me despierta de un letargo
y pone mi velero rumbo al sol.
Despacio vas mostrando tu insistencia,
tus ojos son testigos de la ausencia…
el sexo es una llama sin control.©
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