No somos como éramos entonces,
las cosas son también casi distintas.
Papeles emborrono con mi tinta
de versos que se tallan en el bronce.
Quizá casi nada es como antes,
tal vez nos dé miedo ese pasado,
quizá nos sentimos encadenados
y es sólo este infierno de interrogantes.
Me gustan las verdades aunque duelan,
no quiero que me encantes disfrazada,
no quiero que recites cuentos de hadas.
Tus besos no los quiero, no consuelan.
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