Es hora de cantarle las
cuarenta
a fuerza de gritarle lo
vivido:
“El campo p’al que trabaja y revienta
la sombra del olivo
malherido.”
Las gotas de este aceite
están en venta
el día que me pagues lo
servido.
Los pueblos de mi gente se
sustentan
Con precios que se ajusten al
cumplido.
Es hora de luchar por nuestra
tierra,
es hora de que el pueblo se
levante
y pida lo que es nuestro, lo
que es justo.
Son ellos los que inventan
esta guerra
del triste beneficio en
blanco guante
con trajes mediadores de mal
gusto.
©
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