Si don Andrés Segovia la mirara
su guitarra lloraría de pena,
cantando la línea que separa
la gente mala de la gente buena.
Porque las cosas no están muy claras
y los negocios cierran en cadena.
Ya no nos miden con la misma vara,
los políticos son una verbena.
Nos culpan del adiós de Manolete
y en Sevilla con mofa, nos torean
con promesas tiradas al retrete.
El Linares del cante y de las minas
se merece un futuro que respete
a esta tierra valiente y vecina.©
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