Este virus tan maldito y tan malvado
me tocaba los cojones convencido,
pero yo sí que estaba vacunado,
porque nunca me he dado por vencido.
Después de una semana me incorporo
de nuevo y con ganas a mi trabajo.
La vida cada día es un tesoro,
y un goce… ¡por la madre que nos trajo!
Un bicho que perfora los pulmones
y mata por detrás es un cobarde.
Y ser negacionista nos propone
que sólo un Dios pagano te resguarde.
Por cierto, me encuentro fenomenal,
no fue más que un resfriado puñetero.
Estos versos de un diario semanal
demuestran mi paciencia con esmero.
Tened mucho cuidado y protegeos,
llevad la mascarilla asiduamente
no sea que este mal os de un meneo,
no vaya a ser que seas el siguiente.
Por fin este domingo he salido
de paseo con Zeus por estas calles,
por los cerros y en el bosque me he perdido
y al final te he contado los detalles.©
Oleeee! Me alegra que estés de nuevo batallando. 👏👏👏👏👏👏
ResponderEliminarSi, ya hemos vuelto a la normalidad. Ha sido una semana larga.
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