Los sábados bailamos bulerías,
fandangos y alegrías olvidadas;
resuena Camarón con seguiriyas
y el verso se convierte en marejada.
Su voz es una fuente de energía,
el llanto de las lágrimas saladas;
un tiempo de leyenda y melodía
contempla San Fernando a su entrada.
La Venta de Vargas fue escenario
de noches de flamenco literario;
guitarra que señala al corazón.
Es Paco de Lucía a su vera
un ángel, y al cantar por peteneras
los sueños nos revientan la razón.©
Ole y Ole! 👏👏👏👏
ResponderEliminarJe, je... gracias.
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