La indolencia es la fiebre del hastío,
la indiferencia es prima del descaro,
la impudicia se inventa un desvarío
y el cauto solo brinda en desamparo.
Mi aforismo es un soneto sombrío,
el verso que te mata de un disparo…
un cuento, una mentira, un albedrío,
mensajes cuando un día se hace raro.
Un trago subrepticio y sigiloso
que va quemando páginas lascivas,
que nace cauteloso de un buen ron.
La voz de un ermitaño perezoso
que escribe viejas rimas en cursiva
y olvida que las guarda en su zurrón.©
Fotografía: Luces de Ciudad