El cóncavo
convexo de tus manos,
el látex de
caricia al corazón,
el roce de
tus labios tan lejanos,
la nota
discordante en mi canción.
Tu cuerpo
tan hermoso, tan liviano,
tu boca en
mascarilla de pasión,
tus piernas
que dibujan lo mundano,
tus ojos que
desvían mi atención.
Tus brazos
son las alas que me atrapan
en sábanas
que siembran el pecado.
Mis pies ya
no corren ni se escapan
al triste
deseo enamorado.
Tú sabes qué
intenciones destapan
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