Brindo por
los que se quedan en casa,
brindo por
los que bailan en soledad,
brindo porque
la dicha es escasa
y jugamos
con mentiras de verdad.
Brindo por
los que cantan en un balcón
y por los
que escriben sin ser poetas.
Brindo por
los que inventan una canción,
a la mujer
con corazón violeta
Malditos los
virus que se contagian
al calor de
los besos y el abrazo.
Benditos los
gestos que aún presagian
que esta puta
mierda ya tiene plazo.
Y no
importa si me dan o me plagian,
yo muero por
morirme en tu regazo.
©
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