los vientos del sur soplaban por ella,
el amor en la palma de una mano,
y el futuro soñado con estrellas.
Barcelona el lugar adecuado
de un encuentro con cruce de miradas,
el recuerdo de los tiempos pasados
que persisten compartiendo la almohada.
Un idilio en el paso del tiempo,
un romance que por siempre perdura,
superando a veces contratiempos
de la vida que es difícil y es dura.
No hay nada mejor que esta historia
que se escribe con besos y cariño.
Cincuenta son los años en la gloria
mientras juegan una niña y dos niños.
Hoy celebran por fin su aniversario
abrazados a un vals y enamorados,
con el ritmo de un “te quiero a diario”
que disfrutan felices y encantados.
Hoy brindo por mi padre y por mi madre,
hoy brindo por los novios, con buen cava,
por las fotos de una boda con encuadre,
por los cuentos que nunca se acaban.
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