Abrazos a dos metros de distancia,
dos brindis con mampara de por medio,
un grito que recuerda una ambulancia,
mal virus por ahora sin remedio.
Aplausos que ya pierden su constancia,
un llanto sin consuelo, con su tedio,
un cura con desprecio y arrogancia,
la curva de los muertos con promedio.
No tomo precauciones en la fiesta,
despierto con temor de madrugada,
creyendo que perdemos esta apuesta.
Los días de esta vida confinada
no tienen ni pregunta ni respuesta,
nos vino sin querer la bofetada.
Muy bueno.
ResponderEliminarMuchas gracias, compañero. Buen dia y salud.
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