LA NIÑA RABIOSA (LETRAS)
Si como decía el filósofo Nietzsche,
“la vida sin música sería un error” o “sencillamente no sería vida”, yo me
atrevo a decir que acompañada de una buena letra, la música puede llegar a ser
algo mágico, que te envuelve y te puede llevar a vivir otras vidas, otros
sentimientos, a sentir esa alegría o tristeza, y prácticamente evadirte aunque
sea solo por unos instantes de la monotonía cotidiana.
En el anterior número, mi
compañero y amigo Cecilio Aguilera describió muy hábilmente y gracias a sus
magníficos conocimientos musicales, el primer y recomendable álbum de la nueva
banda ubetense “LA NIÑA RABIOSA”. Con vuestro permiso, yo paso a describir lo
que a mí me parece un trabajo, en cuanto a las letras, muy personal y
particular de su autor Agustín Cabrera Gascó.
El disco lo componen trece
canciones en su versión Cd, en las cuales me atrevería a decir que hace un
repaso íntimo y sentimental por distintas situaciones de su vida, desde el
cariño y el amor a la familia y la pareja, a los amigos, el trabajo, la ciudad
y reflexiones que nos quiere transmitir con su maestría habitual, con una
poesía algo surrealista, aunque de una manera ambigua en algunos casos, y en
otros muy esclarecedora.
El primer tema “Absurda
espiral” suena un poco a resignación de una búsqueda sin fina,l donde los
primeros versos hacen la delicia de una canción breve pero de una intensidad
notable.
Las
cosas son lo que parecen.
Las
cosas son lo que tú cuentas a la gente
Que
pasa por mi acera y se cruza por no verme.
En general utiliza una
simetría irregular en la que ha primado el ritmo, colocando con maestría los
acentos para dar musicalidad al verso, como si las letras y la melodía hubiesen
nacido conjuntamente para un solo resultado.
En “Hoy que me quiero morir”
ensalza de manera brillante a grandes maestros de la canción de autor, haciendo
un guiño a diversos títulos cinéfilos y literarios, resultando de esta mezcla
un mensaje asombroso de amor. Particularmente, creo que es una de las mejores
del disco:
Podría
llegar a quererte sin verte
Y
cruzar las cuchillas de hielo para irte a buscar;
Y
parar el tranvía del deseo en el andén de la suerte;
Sólo
quiero mirar tu carita de pez de ciudad.
Estupenda la estrofa donde
cita a Hilario Camacho, único nombre propio entre referencias a “Un tranvía
llamado deseo”, “La sombra del viento”, “Así estoy yo sin ti”, “Peces de
ciudad” o “El Reino del nunca jamás”. Y su melodía, una autentica belleza.
Desgarrada
la nube de Hilario en el cielo;
Una
herida sin dueño, una misa sin fin;
Así
estoy yo sin ti.
Si el tema anterior les
parece magnífico, se sorprenderán con “Hay veces”. Un sobrecogedor relato en el
que nos transmite sus sentimientos, su añoranza y su cariño hacia un barrio
ubetense muy especial y con el que guarda una gran relación: El barrio de San
Millán. Agustín es cofrade de Nuestra Señora de la Soledad y María
Magdalena (Sociedad Benéfica de Albañiles). Siente hacia ella una gran
veneración como queda más que demostrado en esta canción profunda y con gran
ritmo. No pasará inadvertida para ninguno de ustedes.
Quién me mandaría a mí volver,
Si yo me pierdo por las calles de mi ciudad.
Paseo por el barrio de San Millán.
Cierro los ojos y la veo pasar
Cuando robaba besos en la oscuridad:
Mi soledad.
¿Quién me mandaría a mí volver?
Normalmente
utiliza una rima asonante y que se hace mas manifiesta sobre todo en “Hace
tiempo”, el primer single por
llamarlo así, y que fue el estreno con videoclip incluido de este
magnífico trabajo (En este mes de febrero grabaran su segundo
video). Una declaración de amor en toda regla, de intenciones y de compromiso
con la persona querida y el deseo desolador de no dejarla ir.
A dónde vas que me muero;
Que no puedo vivir sin ti.
Perdona si he fallado,
Si no he llegado al final.
La siguiente canción
es “El vendaval de tu lluvia”. Un tema que hace referencia a la tristeza y el
sentimiento frustrante o de decepción hacia alguien en particular, y del que
siente una determinada dificultad para olvidar. Esta tristeza se hace más
latente en su corazón en un estribillo desgarrador y a la vez bello:
A ver si llega de una vez y se lleva al
inframundo
este halo de tristeza.
Me despierta
cierta curiosidad su referencia al “inframundo” en este verso. Según la
mitología griega, eran diferentes reinos ubicados debajo de la tierra y en los
cuales creían. Consideraban que las personas bienaventuradas tendrían allí un
lugar predestinado cuando llegara su final.
Pasamos a la
siguiente composición. “¡Qué haces aquí!”…
Quizá haya un común denominador en la mayoría de los temas de este
álbum. Habla y se refiere en las letras a alguien del pasado que ha querido
muchísimo, que no termina de olvidar, pero a la vez intenta no volver jamás y
escapar de este recuerdo que castiga su corazón. Esta melodía, junto con
“Muñeco roto” seria un ejemplo claro.
Son fantásticos
los versos:
Como el viento en un temporal,
También las olas vienen y van
Como ahora haces tú.
(Apareces y desapareces en mi conciencia)
Besos de azufre y sangre entre mis brazos,
Que nunca olvidarás.
(Besos que me envenenan)
Flechas de incienso y mirra navegan al
viento;
Ya nunca me alcanzarán.
(Aromas del pasado que quiere olvidar)
En relación a
“Muñeco roto”, podríamos decir que guarda una similitud especial a “Like a
Rolling Stones” de Bob Dylan o “Princesa” del maestro Sabina. Quizá quiso
dedicar su preciso homenaje a estos dos temas. En esta pieza narran
“rabiosamente” la caída fatal en la vida de una joven musa atractiva, que en su
día gozó de un pasado esplendoroso pero en el presente se sitúa en la peor de
las miserias.
Tú que has pintado la flor del engaño
Y te has manchado la boca de sal,
No has encontrado un pedazo de cielo
Más lejos de mí.
Eres un muñeco roto en brazos del destino,
Que cambia de manos con facilidad.
“Para vivir
contigo” es semejante a “Hace tiempo”. Algo mas romántica e intima ya que
incluso en alguno de los pasajes de los versos narra sus momentos en el trabajo
(turno de noche), sus reflexiones y pensamientos hacia la persona estimada.
Para volar contigo,
Sin rumbo y sin pecado,
Llevo plomo en los bolsillos
Y unos huesos de cristal.
¡Que vengo de pasar la noche en vela!
“Obladeando”
merece capítulo aparte. Musicalmente me parece esplendida y magnífica. Utiliza
una versión de Obladí, obladá de Lennon y McArtney realizada por Tune Grab Bag,
una banda especializada en “cover”. Cuando “La niña rabiosa” entra en escena
utiliza un ritmo y una melodía que te traslada a los 60, a bandas como Los Puntos, Los Brincos, Los Bravos... un
autentico canto a la amistad y a la felicidad, a lo poquito que es necesario
para sentirse contento y a la vez preocupado.
Si mis amigos no vienen a verme,
Si mis amigos no quieren probar mi café,
Si mis amigos no quieren poner mi canción,
Ni tan siquiera leer mis revistas,
Tendré que hablar con mi psicoanalista.
Y si me da por tumbarme en la arena,
Y si prefiero mirar como vuelan las aves,
Si sólo quiero mirar qué dibujan las nubes,
Escuchando el canto de las sirenas
Tendré que seguir con este poema.
Con respecto a “Ésta noche azul de invierno” en la que aclama
a Bowie y continúa con su añoranza a seres queridos del pasado, quizá “amigos
perdidos” en el camino, borda con sutileza el recuerdo.
Estás en mi mente,
Estás en las cuerdas
Dando notas disonantes
Como siempre, como antes.
“No hago planes
para mañana”, la electrónica “Todo se me hace eterno” y “No quiero despertar”
completan un álbum interesantísimo en el que como dije al principio y
parafraseando a Friedrich, si
la música es hermosa, con poesía aún más. Y aunque estas letras y estas estrofas
sean muy personales e íntimas, seguro que nos hacen partícipes de ellas, seguro
que por un momento sentimos lo mismo, si alguna vez no lo hemos vivido ya.
Porque las canciones, en el fondo, narran la historia particular de cada uno de
nosotros, y porque también somos semejantes tanto hacia el dolor como a la
felicidad. Todos formamos parte de esta absurda espiral.
Recordarles que el Cd “La niña
rabiosa” lo podéis encontrar en Discos Metrópolis, o bajo pedido en la página
del mismo nombre en Facebook.
Igual interpreta un fabuloso blues
Que te pinta un buen paisaje lunar
Intenté descifrar con exactitud
Sus temas y poesía en particular.
Si en alguna canción te encuentras tú,
Felicítalo de forma personal.
Tan jóvenes, tan viejos, en plenitud,
Hicisteis un trabajo sensacional.
Ellos son Jose, Alfonso y
Agustín.
Estrofas y melodías preciosas
Música y recuerdos, corazón sin fin.
¿Quieren que les diga además una cosa?
Es seguro, no se van a arrepentir.
Pasen y escuchen:… “LA NIÑA
RABIOSA”
JOAQUÍN PALOMAR.
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